¡Hola, hola; amigos! Espero que estén súper bien… Hoy les quiero hablar de un tema que comúnmente nos dejan en la casilla de comentarios: ¿Cómo ser freelancer y no morir en el intento?

Bueno, partamos primero explicando qué es un “freelancer”.

También conocido como independiente, es un profesional que decide trabajar por su cuenta. Así de sencillo. No tiene ataduras ni se ve inmerso en temas contractuales con alguna empresa.

Entre los grandes beneficios que trae consigo trabajar bajo esta figura es que eres dueño de tu tiempo. Tú decides cuándo hacer tu trabajo. Quien te contrate, sabe de antemano que no hay horarios por cumplir. 

Okey… ¿Cómo comenzar? Ya lo analizamos en esta nota: ¡LÉELA QUE TE SERVIRÁ MUCHO PARA ALIMENTAR LA MOTIVACIÓN!

Ahora, hay ciertas cosas con las que hay que cumplir…

Veamos primero la parte legal. Y aquí les hablaré de mi experiencia en Chile, porque es en este país en donde trabajo, cotizo y cumplo con mi legalidad.

En Chile, esta figura se suele utilizar muchísimo y la forma de hacerlo de manera legal es inscribiéndose en una institución gubernamental llamada: Servicio de Impuestos Internos (SII).

Al hacerlo, quedas facultado para poder trabajar bajo la figura de profesional independiente. 

Por tu cuenta deberás buscar tus clientes, decidir si quieres trabajar corrido con alguna agencia o si prefieres cumplir labores en algún proyecto a corto plazo. 

Y para cobrar tus honorarios, emites una boleta mensualmente a dicho cliente y él te paga.

Es importante que sepas que así trabajes de independiente, no te libras de cotizar en la AFP ni de pagar tu seguro de salud y cesantía. 

¿Cómo funciona esto?

Muy sencillo, por trabajo, el SII retiene un porcentaje específico. Actualmente, es el 12,5%, pero eventualmente, ascenderá hasta un 17%. Ése sería el último monto a pagar.

Este 12,5% se va acumulando mes a mes y se paga sólo cuando “boleteas”. La suma total de dinero correspondiente a ese porcentaje de enero a diciembre, se debe declarar. Es básicamente como cuando declaras tu renta. 

Internamente, al tener todo tu balance, te hacen un resumen y te indican a dónde irá ese dinero, el cual se divide entre AFP y salud. 

Este paso es obligatorio y se debe hacer todos los años. 

Lo personal…

Okey… Este ámbito también es súper personal y como lo he hecho hasta ahora, hablaré de mi experiencia. 

Básicamente, decidí ser freelancer cuando perdí mi trabajo tras la pandemia. Ahí decidí utilizar mis conocimientos y mis herramientas para promocionar mis servicios: entre amigos, conocidos, ex laburos, ex clientes y más… A medida que se iba difundiendo esa publicación, se iba acercando gente interesada, hasta que capté a mis primeros clientes. 

Lo organizacional…

En este punto, a medida que iba pasando el tiempo, me iba comportando más como empresa. Yo misma me ponía mi horario “de oficina” en los días en los que quería trabajar y me organizaba, para así cumplir con todo el trabajo que tenía y no quedar mal con ninguno de mis clientes. 

A medida que fui adoptando esta rutina y me fui adaptando también, he ido evolucionando como profesional y así ha madurado más la figura hasta el punto en el que me encuentro ahora: fundando mi empresa de comunicaciones y producción de eventos. 

Es importante que sepas que esto es un trabajo constante. No es algo que surja de un día para otro. Hubo días en los que no me alcanzaba el dinero, en donde realmente no tuve qué comer; pero seguí persistiendo hasta llegar a donde llegué.

Ser independiente va de la mano con mi decisión de ser nómada digital. Y me ayudó muchísimo a “vivir con poco” al principio, para así poder hacer todo lo que quisiera después. 

Espero que mi experiencia les haya servido. Si tienen algún comentario, duda o consulta, déjenla en la casilla de comentarios. 

Por cierto, ¡Sigan la cuenta de la empresa! Sé que el contenido les va a gustar y les va a servir. Les dejo el enlace directo aquí: INSTAGRAM DE SP COMUNICACIONES.

Les mando un fuerte abrazo. ¡Awante!